No está fácil de encontrar, situada en un lugar apartado y solitario, hay que subir por una pista hacia el monte. Para llegar tenemos que pasar por delante de la Central lechera de La Serna (entre Arenas de Iguña y Molledo), seguir por delante de la fachada de la empresa, girando a la derecha en la primera bifurcación, aquí comienza una pista, que va siguiendo el regato La Panda, siempre hacia arriba, a veces con empinados repechos. La pista está sin asfaltar, en las curvas han reforzado el piso con cemento, más bien para todoterreno, aunque hemos visto subir toda clase de vehículos.
La subida es una preciosidad entre los árboles de un bosque muy prieto. Al llegar arriba desaparece el arbolado permitiendo unas impresionantes vistas.
Cuando veamos la corralada y la fuente de las fotos de arriba, estaremos a la altura del área.
En este punto mirando hacia la derecha veremos esta preciosa campa y al fondo el pequeño bosquecillo donde está situada el área.
Para ver la ubicación exacta pincha AQUÍ
El área en sí debió de ser preciosa, pero ahora está completamente abandonada, queda una mesa en pie, dos barbacoas, fuente, un pequeño techado (como una marquesina) y aparcamiento.
Aunque está vallada han entrado las vacas.
Aclaración: aunque nosotros no lo hemos visto, nos han informado de que el área está mejorada : hay 3 mesas y 2 bancos, además de las barbacoas.
El lugar es precioso y bucólico a más no poder, son los típicos pastos de montaña de Cantabria ( está a unos 700 m. de altura)
Arenas de Iguña |
Arenas de Iguña es la capital del valle, tiene típicas casas montañesas con solanas, portaladas y variados escudos correspondientes a los apellidos de Collan- tes, Ceballos, Quevedo, etc...
Destaca la torrona de Núñez Bustamante, del siglo XVII, hecha de mampostería y sillería. Junto a la torrona hay otras casas de gran encanto. En el barrio de La Herrán se encuentra la casa de don Adriano García Lomas ( etnógrafo, autor de "los pasiegos" ), del siglo XIX, junto a la capilla humilladero que conserva la Cruz en su interior. Son destacables diversas casonas montañesas, como la Casona de Collantes, Ceballos o Quevedo que hacen de Arenas de Iguña o un hermoso conjunto monumental. |
Las Fraguas |
Muy cerca de Arenas de Iguña se encuentra la localidad de Las Fraguas. Destaca la iglesia de San Jorge, neoclásica, a la que también se le conoce como "El Partenón" porque fue construida a modo de templo romano en 1890 por los duques de Santo Mauro. Es una iglesia muy interesante dada la escasez de monumentos neoclásicos puros en Cantabria.
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Muy cerca de la Iglesia de San Jorge, está el Palacio de Los Hornillos, de estilo pintoresquista inglés, que fue diseñado por el arquitecto inglés Selden Wornum y se edificó entre 1899 y 1904. Fue precedente del palacio de la Magdalena, de Riancho y Bringas, que sigue el estilo del de Las Fraguas. Este tiene un pórtico de entrada de cinco altos apoyados en columnas y dos cuerpos laterales a dos aguas con ventanales divididos al modo inglés. El palacio posee uno de los parques más bellos de Cantabria, con sus estanques, lagos, especies variadas de árboles, etc... lo que contribuyó a que el trazado de la nueva carreterea, que iba a destrozarlo, se desviase por otros terrenos menos peculiares.
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Bostronizo |
Subiendo al pueblo de Bostronizo podremos admirar uno de los mejores tesoros del valle de Iguña, la ermita mozárabe de San Román de Moroso. Aunque se trata de una pequeña iglesia, es prácticamente la única muestra mozárabe en Cantabria junto con la iglesia de Santa María de Lebeña y está fechada en el siglo X.
Para llegar partimos desde lo alto del pueblo, donde hallaremos un cartel indicativo, que marca el comienzo de una pista forestal de 3,5 kilómetros. Aunque es posible recorrer toda la distancia en automóvil, no es recomendable, dado el mal estado del camino. |
Podemos optar por dejar el coche aquí y dar un tranquilo paseo hasta el magnífico paraje donde está la iglesia. En el camino puede haber diversos obstáculos como vacas o portillas que no debemos olvidar dejar como estaban. En cualquier caso, para llegar no hay que desviarse nunca de la pista principal.
Cerca de un pequeño río, entre robles y casi oculta, se halla la iglesia. Se trata de una reducida capilla rectangular con ábside de la misma forma. El conjunto apenas llega a alcanzar 12 m. de longitud y 6 m. de anchura. Ha sido restaurada hace pocos años, tanto la puerta norte como el ábside. El arco triunfal de éste y la citada puerta debieron ser en principio de herradura y así se han mantenido. |
Delante de la iglesia está una necrópolis altomedieval, con sus tumbas de piedras y sarcófagos, que ambientan lo que debieron ser estos reducidos monasterios montañeses; perteneciendo éste, con mucha probabilidad a Covarrubias y después a Silos. Los muros se construyen con sillería de hiladas alargadas, aunque hay variación en la talla de sillares, y se coronan con salientes canecillos de rollos cuyos laterales llevan círculos con swásticas y flores inscritas. Su cronología ha de ser también del siglo X, en la misma línea estilística de Helgera y Lebeña.
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El Románico en el valle de Iguña |
La iglesia románica de San Juan de Raicedo está próxima a Las Fraguas, donde tuvieron heredades el monasterio de Santillana y el Infantado de Cova- rrubias. Ha sido reformada pero permite suponer la planta y alzado primitivos: una sola nave y un ábside semicircular con presbiterio.
La iglesia debió levantarse en torno al año 1120. Destaca la puerta principal sobresaliendo del muro con su tejadillo primitivo sobre cuatro canecillos que dejan relieves entre ellos. |
Bordean la puerta dos columnas con sus capiteles: el izquierdo con águila explayada; el derecho con animales afrontados. El ábsi- de lleva una ventana con capite- les muy desgastados y toda la iglesia una cornisa sobre caneci- llos de rollos, aves, humanos, músicos...A la izquierda de la puerta norte hay una inscripción sepulcral invertida, más vieja que la iglesia, tal vez del siglo XI que dice: VIII K(a)L(enda)S MAR(tii) OBIT FAM(u)LO/DEI.../ORATE PRO/ILLO: SI REGNETIS CV(m) XPO.
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Por último, tenemos la iglesia románica de La Serna. En los muros exteriores de la iglesia se conservan tres trozos de la inscripción de un edificio dedicado a Santa María y a los Santos Pedro y Juan que marca una fecha hacia 1067.
De esta fecha son casi con total seguridad los dos capiteles interiores del arco triunfal. No obstante, el estilo decorativo de estas piezas no es la habitual en el románico montañés. Tanto los cimacios con espirales como el doble collarino nos llevan a modelos de Leyre y San Pedro de Roda. En definitiva, el estilo de este arco truinfal es el del románico navarro y catalán previo a Sancho III de Navarra, lo que viene a confirmar la fecha de 1067 como la de construcción de la iglesia. |